Para Ecologistas en Acción la dimisión Gil-Ortega supone la oportunidad de enterrar el ATC

11.02.2015 09:07

Para Ecologistas en Acción la dimisión del hasta ahora presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, presenta la oportunidad de enterrar definitivamente el cementerio nuclear en Villar de Cañas, un proyecto peligroso, innecesario y politizado". Señalan que las razones personales que aduce para la retirada, no pueden esconder el malestar ante unas maniobras más que cuestionables del hombre fuerte de María Dolores de Cospedal. 

 

 

Recuerdan que el nombramiento de Gil-Ortega como presidente de Enresa tuvo clara motivación política y su dimisión, que se produce en un mes decisivo para la adjudicación de obra del cementerio nuclear y después de una cadena de ceses sospechosos en Enresa "parece estar relacionda con la debilidad política"

 

 

Desde un principio, el emplazamiento de  Villar de Cañas  fue cuestionado por los enormes inconvenientes desde el punto de vista técnico.  Recientemente la consultora URS consideró el emplazamiento como “inadecuado” para una obra como el Almacén Temporal Centralizado (ATC) por no contar con las garantías necesarias para una cimentación segura. Existe un acuífero muy superficial que a menudo aflora a la superficie y la zona es propia para que se produzcan grandes oquedades, características que harían imposible una cimentación con garantías del ATC.

 

A la vista de todos esos inconvenientes, el Consejo de Seguridad Nuclear estaba pendiente de conceder el permiso de construcción. Y, aun así, continuaban los movimientos en Enresa para adjudicar la obra este mismo mes de febrero. Para Ecologistas en Accion, las prisas de Gil-Ortega parecían relacionadas con un año de citas electorales que podrían dar al traste con el proyecto si triunfa alguna opción política que se oponga a él. En mayo hay elecciones autonómicas y locales, que podrían cambiar el color de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Y en noviembre, las elecciones generales podrían marcar un cambio de rumbo decisivo en el proyecto. 

 

En este punto señalan que las tanto las presiones del sector nuclear, como los intereses de empresas particulares y enfrentamientos internos del Partido Popular han resultado en un cóctel que propicia la salida de Gil-Ortega

 

Ecologistas e Acción, que anunció acciones legales en caso de que se adjudicase la obra del ATC sin los permisos pertinentes, cree que es un momento perfecto para enterrar la idea del cementerio. Villar de Cañas no es el lugar indicado, y este no es el momento adecuado para construir un cementerio, ahora que la mayoría de las centrales  han construido o proyectan almacenes individualizados. "Se debe abrir un debate plural sobre el emplazamiento de los residuos nucleares, en el que primen criterios técnicos y no políticos. Y sobre todo es imprescindible reducir a mínimos esta basura radiactiva, abandonando la energía nuclear".